La iluminación provoca además diferentes emociones en el consumidor: sensación confort, percepción de frescura o calidez.
Jugar con la iluminación, el brillo, la temperatura de color o los filtros y posición de la luz ayuda a incrementar las ventas destacando un producto sobre los demás o bien resaltando sus cualidades de color o brillo.
La iluminación puede modificar la percepción del espacio a través de la temperatura de color, el brillo, la intensidad y provocar así diferentes emociones y a la vez mayor protagonismo y personalidad en el espacio, motivando así al cliente a comprar.
La correcta aplicación de luz en nuestros vehículos publicitarios se ha convertido en mayor impacto y efectividad en ventas para nuestros clientes. ¿Tu marca ha visto la luz?